Para ti, que siempre buscas al Señor, es importante que recuerdes que Dios es bueno en toda circunstancia. Para ti, que le crees, es este mensaje.
«Es bueno el Señor con quienes le buscan, con quienes en Él esperan». Lamentaciones 3:25
Dios es bueno: Él no vuelve su mirada para otro lado cuando tú le hablas. Al contrario: le agrada que le busques y que esperes en él.
A Él le gusta que dependas de Él.
Depender de Dios significa que tú no pones tu confianza en las personas y circunstancias, en tus padres, en tu cónyuge, en tus hijos, en tu jefe de trabajo, en tus líderes de la iglesia, en tus amistades.
Es decir, que no confías en lo que sabes, o en lo que tienes, sino que esperas en Dios.
Depender de Dios es poner toda tu esperanza en Él para ser bendecida. Es cierto que Dios utiliza a las personas y las circunstancias para que tú recibas lo que necesitas; pero tu confianza está en Él.
Acepta que Dios es bueno en toda circunstancia
Depender de Dios es aceptar lo que Él permita en tu vida. Que aunque a ti no te agrade lo que suceda, siempre piensas que Dios quiere lo mejor para ti.
Espera todo de Él, Dios es bueno en toda circunstancia y te dará bendición abundante.
Oramos:
“Señor, sé que eres bueno y que todo lo que tienes para mí es para mi bien y decido depender de ti. Hoy renuncio a poner mi confianza en los humanos o en mis propios recursos.
Tú eres mi Dios a quien adoro y creo que eres suficiente para mí. Esperaré en tu perfecta voluntad y sé que me darás lo que necesito en el momento que lo necesito.
Ahora dejo mis expectativas en tus manos y tú harás conforme a los propósitos que tienes para mi vida.
En el nombre de Jesús”.
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Lidia E. Cames
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