Una promesa de paz completa

Quiero recordarte hoy una promesa de paz completa. Me gusta reflexionar sobre este tema, porque los tiempos que vivimos se hace necesario aprender a recibir la paz sobrenatural que Dios nos da.

El texto de hoy nos dice cómo recibir la tan anhelada paz para nuestros corazones:

«Tú guardas en completa paz a quien siempre piensa en ti y pone en ti su confianza». Isaías 26:3 RVC

Al leer este versículo bíblico, parece que es muy fácil llenarnos de paz… Parece un asunto muy sencillo de llevar a cabo; pero cuando pasamos por un problema, nomás no sabemos cómo dirigir nuestra mente hacia el Señor.

Aquí te dejo algunas sugerencias para concentrar de manera acertada tus pensamientos en el Señor:

Para recibir una promesa de paz completa

“Deja que Jesús conduzca tus pensamientos a un rincón tranquilo, un remanso de paz y meditación. Piensa en su amor. Piensa en las muchas veces que te ha manifestado amor a través de otras personas: un amigo, tu cónyuge, un compañero, un colaborador, un niño o alguna persona con la que te detuviste a conversar.

«Además piensa en las veces en que Él te ha manifestado su amor a través de un suceso favorable o inesperado, respondiendo a tus oraciones, concediéndote un deseo que abrigabas, permitiéndote pasar un rato de tranquilidad y contemplación, y en tantas otras ocasiones.

«Medita en sus fuerzas y su poder, en que es Dios sobre todas las cosas. Luego piensa en cómo vela por ti, que tu vida está en sus manos y tiene un plan perfecto y maravilloso que te ha trazado.

«Medita en que no hace falta que lleves las cargas por tu cuenta ni que andes a las carreras. Dios estaba presente antes de que siquiera llegaras a la tierra, y seguirá ahí cuando partas.

«Tiene un plan de gran alcance que trasciende los límites de la eternidad. Dios es más que capaz de velar por su creación, su obra y su plan, y también por ti”.

(Adaptado de “La paz, ese gran tesoro”, selección y revisión de Gabriel García Valdivieso)

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Amiga, estoy segura que este artículo será de gran ayuda para alejar el estrés de tu vida y para llenarte de esa preciosa paz que Jesús te dio cuando creíste en Él.

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Tu amiga y hermana en Cristo,

Lidia E. Cames

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