La bendición que Dios preparó para ti es abundante

Quizá ya has presentado a Dios tus peticiones específicas. Tal vez le has dicho una y otra vez lo que necesitas, lo que anhelas, o aquello que sueñas ver cumplido. Pero hoy quiero invitarte a ir más allá: que tu oración sea para pedir la bendición que Dios preparó para ti, incluso en áreas que ni siquiera has considerado. Porque cuando oras con fe, Dios abre puertas que tú no sabías que existían.

Más allá de lo que pedimos: Dios sabe lo que realmente necesitamos

Nuestra vida puede estar llena de oraciones dirigidas a necesidades visibles, pero Dios —que es bueno y nos conoce a profundidad— también quiere bendecirnos en lo que más necesitamos, aunque no lo veamos con claridad.

A veces nuestros deseos no coinciden con los planes de Dios. No porque Él no quiera darnos lo mejor, sino porque su mirada va más lejos. Él quiere bendecirte no solo en lo que tú sueñas, sino también en lo que verdaderamente te hará crecer, sanar, avanzar y vivir en plenitud.

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Atrévete a pedir la bendición que Dios preparó para ti

Mira el ejemplo de Jabes. Su nombre significaba “dolor”, algo que marcaba su identidad desde el nacimiento. Pero Jabes se atrevió a pedir a Dios una bendición… y Dios se la concedió (1 Crónicas 4:10). No por méritos. No por condiciones favorables. Sino porque Dios ama responder a quienes claman con fe.

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Hoy puedes hacer lo mismo. No necesitas tener una historia perfecta ni un presente ideal. Solo necesitas confiar. Pide diariamente la bendición que Dios preparó para ti, y mantén viva la expectativa de que Él puede sorprenderte en cualquier momento. Su generosidad no tiene límites.

Y por favor, cuando ores, no limites tu petición a lo que tú ves o entiendes. Pide según la grandeza, sabiduría y bondad de Dios. Su plan supera tus ideas. Sus tiempos son perfectos. Y sus regalos… son siempre mejores que lo que tú imaginabas. Te recuerdo una gran verdad que dice la Biblia:

«Tú, Señor, eres bueno y perdonador; tu gran amor se derrama sobre todos los que te invocan». Salmo 86:5 NVI

Así que suelta tus planes, entrégale tus anhelos y abre tu corazón. La bendición que Dios preparó para ti no solo llega… también transforma.

🙏 Oración:

Señor mío, hoy vengo delante de ti con el corazón abierto. Por tanto tiempo te he pedido cosas desde mi propia visión, pero ahora entiendo que tú ya tienes preparadas bendiciones para mí… bendiciones que ni siquiera he imaginado.

Abro mis manos y suelto mis planes, mis deseos, mis ideas de cómo debería ser mi vida. Te pido, Padre bueno, la bendición que tú preparaste para mí, la que viene de tu sabiduría, de tu amor y de tu propósito eterno.

Aunque no la entienda por completo, confío en que es mejor que todo lo que yo pudiera pedir. Sorpréndeme, Señor. Enséñame a vivir con expectativa, creyendo que en cualquier momento puedes mostrar tu bondad.

Gracias por amarme tanto. Gracias por ver más allá de mis limitaciones. Estoy lista para recibir, con fe y humildad, la bendición que tú has reservado para mi vida. Amén.

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Que el Señor derrame abundantes bendiciones sobre tu vida, tu amiga,

Lidia E. Cames

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