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La vida está llena de momentos difíciles, imprevistos y situaciones inesperadas que pueden hacernos sentir débiles. Sin embargo, en medio de la adversidad, el Señor es el refugio que nunca falla, porque nos ofrece su fortaleza y protección. En esos momentos lo que necesitamos es saber cómo encontrar fortaleza en Dios para que su Palabra se cumpla en nuestra vida.
Dios es nuestra fortaleza
La palabra de Dios nos recuerda:
«El Señor es bueno; es un refugio seguro cuando llegan dificultades. Está cerca de los que confían en él.» Nahum 1:7 NTV
Este versículo nos invita a confiar plenamente en Dios, sabiendo que en su presencia encontramos seguridad y paz.
No importa cuán grande sea la tormenta que enfrentas, Dios es más grande. Él te sostiene cuando te sientes débil y te da nuevas fuerzas para seguir adelante.
Cómo encontrar fortaleza en Dios
Cuando las pruebas llegan, podemos recurrir a diversas maneras de fortalecer nuestra fe y hallar paz en Dios:
- Orar sin cesar: Acude a Dios con confianza y háblale de tus cargas. Él siempre escucha.
- Meditar en su palabra: Llena tu mente con sus promesas y declara su fidelidad en tu vida.
- Alabar en medio de la dificultad: La alabanza transforma nuestro enfoque y nos recuerda el poder de Dios.
- Escribe tus testimonios de fe: Anota las veces que Dios ha respondido tus oraciones para recordarte su fidelidad en los momentos difíciles.
- Recordar las veces que Dios ha sido fiel: Él ha obrado en tu vida antes y lo seguirá haciendo, por eso es muy importante tener presente cómo encontrar fortaleza en Dios. Aumentará tu fe y levantará tu ánimo.
Descansa en el Señor
Te recuerdo que no somos menos espirituales cuando nos sentimos débiles y en desaliento. Es normal sentirnos agotadas o sin fuerzas, pero lo importante es saber que en Dios podemos encontrar descanso.
La diferencia se encuentra en nuestra confianza en el Señor. Él nos invita a confiar en su plan y a soltar nuestras preocupaciones en sus manos. En medio de la lucha, Él nos da su paz.
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Oración Final
Señor, en este momento entrego mis cargas en tus manos. Gracias porque eres mi refugio y mi fortaleza en todo momento. Ayúdame a confiar en tu fidelidad y a recordar que nunca estoy sola, porque siempre estás cerca de mí. Dame fuerzas para seguir adelante con fe y esperanza. En el nombre de Jesús, Amén.
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Que el Señor te sostenga con su poderosa mano, tu amiga,
Lidia E. Cames
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