Mujeres que caminan hacia los milagros
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3 septiembre, 2023La mujer que te presento en esta historia desempeñó un papel muy importante en los inicios del pueblo que Dios escogió para sí. Hoy te la presento como Lea: una mujer no amada. Era hija de Labán y hermana de Raquel, y fue la primera esposa de Jacob, quien más tarde se convertiría en el padre de las doce tribus de Israel.
El relato completo lo puedes encontrar en la Biblia. Empieza en el libro de Génesis capítulo 29 versículo 16 y se va entretejiendo con la historia de su hermana Raquel en los capítulos siguientes.
Por ahora, sólo nos enfocaremos en la historia de Lea, vamos a analizar algo del carácter y personalidad que la distinguen; pero también buscaremos puntos que nos pueden identificar con ella y que nos ayuden a mejorar en nuestra vida como mujeres, madres o esposas.
Conozcamos pues a esta mujer y acerquémonos para meditar en algunos hechos de su vida:
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Lea no tenía una gran belleza
Desde el principio, se describe a Lea como una mujer con «ojos delicados», mientras que a su hermana Raquel se la describe como «de hermoso semblante y de hermoso parecer». La Biblia no dice que Lea era fea, pero tampoco menciona que fuera bella. Sin embargo sí enfatiza que su hermana era muy hermosa.
Esta diferencia física entre las dos hermanas se convierte en un elemento importante en la historia de Lea.
Lea: una mujer no amada
Cuando Jacob llega a la tierra de su tío Labán, se enamora de Raquel y le pide su mano en matrimonio. Sin embargo, Labán engaña a Jacob y le da a Lea en matrimonio en lugar de Raquel. Esto puede ser interpretado como una señal de la poca importancia que se le dio a Lea, porque la Biblia no dice si Lea quería casarse con Jacob.
Puede ser que la casaron sin pedirle opinión. Lo que sí dice es que no estaba bien que primero se casara la hermana menor y esa fue la razón por la que Labán la hizo entrar en este matrimonio.
Lea esperaba tener el amor a través de sus hijos
A pesar de que tuvo que soportar que su hermana Raquel se convirtiera en esposa de Jacob a la semana de casarse con ella, Lea decide adaptarse a sus circunstancias y mantenerse fuerte, porque anhela el amor y la atención de Jacob.
Dice la Biblia que Lea da a luz a varios hijos, mientras que Raquel es estéril al principio de su matrimonio. Cada vez que Lea da a luz a un hijo, espera que Jacob la ame más, pero eso no sucede.
Lea decide confiar en Dios
Dice la historia que cuando Dios vio lo que era Lea: una mujer no amada, decidió darle hijos. El nombre de cada hijo tiene un significado simbólico relacionado con sus deseos y sentimientos. Ella ve en cada uno de sus hijos una señal de que Dios estaba a su lado y que la comprendía. Aquí te muestro los nombres de cada uno de sus hijos y el significado de los nombres que les puso.
—Rubén: «El Señor ha visto mi aflicción: ahora sí me amará mi esposo». Génesis 29:32 NVI
—Simeón: «El Señor oyó que me despreciaban, y por eso me dio un hijo más». Génesis 29:33 DHH
—Leví: «Ahora mi esposo va a sentirse más unido a mí, pues ya le he dado tres hijos». Génesis 29:34
—Judá: «Esta vez alabaré al Señor». Génesis 29:35 DHH (Judá significa “alabanza”)
Sin embargo, cada vez que Lea da a luz a un hijo, la atención de Jacob sigue centrada en Raquel. Nunca consiguió el amor de su marido, pero entendió que no podría obtenerlo sólo porque le estaba dando hijos. Así que, cuando ella decide alabar a Dios, deja de tener hijos.
Lea fue una mujer fuerte
A pesar de las dificultades y la falta de amor de su esposo, Lea se muestra como una mujer de fe y confianza en Dios. Al final, ella reconoce a Dios como la fuente de sus hijos y le da gracias. Incluso en medio de la rivalidad con su hermana, Lea se aferra a su fe y muestra gratitud por las bendiciones recibidas.
APLICACIÓN DE ESTA HISTORIA A NUESTRA VIDA
La historia de Lea: una mujer no amada, es un recordatorio de cómo podemos actuar cuando nos enfrentamos al rechazo y al desamor en cualquier área de nuestra vida.
Quizá nos identificamos con ella en uno o más puntos de su carácter, pero siempre nos toca recordar que no podemos confiar en otras personas, ni en lo que tenemos o hagamos para obtener lo que necesitamos. Nos ayudará mucho aprender a reconocer a Dios en todo, a confiar en Él y a darle alabanza con acciones de gracias para tener paz. Así recibiremos su amor, su aceptación y sus bendiciones para convertirnos en mujeres fuertes y dependientes de Dios, viviendo vidas felices.
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Lidia E. Cames
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2 Comments
Excelente enseñanza
Bendiciones, tremendo mensaje de parte de Dios, con estas historias siempre aprendemos algo nuevo, Dios los bendiga más