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Una corona de espinas no es la más bella ni la más cómoda prenda para una persona.
De por sí las coronas son muy incómodas. Un poco por el compromiso que significa para un rey al llevarlas en su cabeza, pero también porque no son piezas que sean fáciles de colocar en la cabeza por el peso y la dureza de sus materiales.
Imagínate al Rey de reyes portando una corona ¡de espinas!
Por demás está mencionar lo doloroso que fue para Jesús llevar esa corona. Se la pusieron antes de subirlo a la cruz para crucificarlo. Mira lo que dice la Biblia:
«Y pusieron sobre su cabeza una corona tejida de espinas». Mateo 27:29
La corona de espinas y la corona de oro
Lo que sí te puedo decir que soportar aquella cruel corona, hizo a Jesús merecedor de una corona de oro. Hecha a su medida y con el diseño apropiado para llevarla por la eternidad. Está escrito:
«Y sobre la nube uno sentado semejante al Hijo del Hombre, que tenía en la cabeza una corona de oro». Apocalipsis 14:14
Esa corona de oro lo identifica (entre otras cosas) como el Rey de reyes y Señor de Señores, que vive y reina por la eternidad.
«Y en su vestidura y en su muslo tiene escrito este nombre: Rey de reyes y Señor de señores». Apocalipsis 19:16
(Te gustará leer: Top 5: Pruebas bíblicas de que Jesús es el Rey de reyes)
Recuerda que esa corona de espinas que fue puesta en su cabeza en tono de burla, ahora Jesucristo porta una corona de oro que el Padre le ha colocado en su cabeza para darle autoridad y señorío sobre todo reino y nación.
Permite hoy que Jesucristo sea el Rey Soberano sobre ti, que gobierne todas las áreas de tu vida: tus relaciones familiares, tus amistades, tu relación con Dios, tus finanzas, tu tiempo libre, tu trabajo, tus emociones.
Dale el control y descansa en Él dándole toda la gloria y la alabanza.
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Que Dios te guarde siempre, tu amiga, Lidia E. Cames
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