¡El León de Judá ha vencido!

En domingo de resurrección proclamamos con gozo: ¡El león de Judá ha vencido!

¿Quién es el León de Judá?

Se trata de Cristo Jesús, quien venció a la muerte resucitando al tercer día de haber sido sepultado.

Las hijas de Dios nos gozamos y aplaudimos por el triunfo de Jesús sobre la muerte.

Pero hoy quiero hablarte de la aplicación práctica que tiene la resurrección en nuestra vida. Me encontré este versículo y me habló muy fuerte:

«¡Deja de llorar! Mira, el León de la tribu de Judá, el heredero del trono de David, ha ganado la victoria». Apocalipsis 5:5 NTV

No llores, el León de Judá ha vencido

Nuestro pasaje es la respuesta a la aflicción de una persona:

El apóstol Juan está teniendo una visión, y está llorando porque parecía no haber solución para la situación que él observaba.

Y es aquí donde yo entiendo un significado más de la resurrección de Jesús. Esa victoria tiene que alegrarnos de tal manera que nos alegremos en tiempo de dolor.

Te invito mi amiga a secarnos las lágrimas, que hagamos a un lado los pensamientos de derrota y de dolor para enfocarnos en la victoria del León de la tribu de Judá.

Él es nuestro Rey, y su victoria es nuestra victoria también. Si Él venció a Satanás en la cruz, a la muerte cuando salió triunfante de la tumba, entonces también ha vencido sobre esas circunstancias que nos atormentan.

Demos gracias a Cristo Jesús, porque la victoria que Él obtuvo sobre la muerte, ahora también es nuestra.

Así que en el nombre de Jesús tenemos ganadas todas nuestras batallas. Él venció por amor a nosotras, mi amiga.

Renueva ahora mismo tu esperanza.

Seguramente Él se manifestará en esa situación que estás viviendo y tú verás la victoria. Porque la victoria de Jesús es tuya también: tómala por fe y levántate para ver su mano de poder obrando a tu favor.

En Cristo vences al más poderoso enemigo. No has tenido que hacer nada, sólo porque Él te amó con gran misericordia.

Créelo, acéptalo y vívelo. ¡El león de Judá ha vencido!

Ríndete ante Él porque es tu Rey.

Rey Majestuoso. El que siempre marcha victorioso delante de ti.

Lee más de la resurrección: «La resurrección de Jesús».

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Lidia E. Cames 

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