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3 junio, 2015Dios sabe que tendrás tentaciones, situaciones y pruebas. Que tal vez le falles, y que es probable que caigas; porque conoce tu naturaleza humana. Lo importante no son esas experiencias que tendrás, sino que a pesar de todo tu fe sea firme y no falle. Veamos hoy cómo tenemos una fe aumentada.
Jesús ya sabía que Pedro lo iba a negar, pero no se escandalizó ni lo amonestó ni lo amenazó, mira lo que le dijo:
«Pero yo he orado por ti, para que no falle tu fe…» Lucas 22:32 NVI
Para Jesús lo importante era que la fe de Pedro no se debilitara, para que pudiera levantarse y recibir perdón después de haber negado a su Maestro. Esto nos enseña lo que debería suceder con nuestra fe cuando nos equivocamos y desviamos el camino.
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Jesús quiere que tengas una fe aumentada
Quizá te encuentres en una situación que sin planearlo te ha hecho fallarle a Dios… o tal vez te suceda más adelante, todos estamos expuestos a las tentaciones.
Yo te digo de parte de Dios que hoy te levantes y pongas tus ojos en Jesús. Él provoca, aumenta y fortalece la fe.
Dios ya sabe que le vamos a fallar amiga, pero lo hermoso es que Jesús está orando por ti y por mí desde antes que tropecemos y caigamos. Él ora para que en el momento de la prueba, nuestra fe se mantenga firme.
Lo importante en los tropiezos es que tengas una fe suficiente para continuar donde estabas antes de caer. El Señor siempre está dispuesto a tomar tu mano y sostenerte.
Así como levantó y comisionó a Pedro después que lo negó (Juan 21:15-17), te levantará a ti después de tus errores. Siempre que creas que Él es un Dios de amor y de oportunidades.
El propósito de Dios no cambia cuando tú le fallas. Tampoco debería cambiar tu fe. A Él le interesa y le agrada tu fe, cuídala y aliméntala con una relación estrecha con Jesús, no dejes de confiar y creer en quien te ha salvado.
Declara con tu boca:
«Señor, no dejaré de confiar en ti, aunque caiga me levanto y miro hacia ti. Me mantengo firme y mi fe será fortalecida, porque esa es tu voluntad. Creo que cada día tengo una fe aumentada, gracias Jesús por cuidar mi fe».
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Que Dios fortalezca tu fe en los momentos de tentación, tu amiga,
Lidia E. Cames
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