La presencia de Dios en las tormentas

Sabemos que la presencia de Dios es una realidad SIEMPRE en nuestra vida, pero hay situaciones difíciles que nos hacen pensar que Él no está con nosotras, por eso hoy vamos a platicar acerca de vivir la presencia de Dios en las tormentas de la vida, es decir, cuando las circunstancias se ponen muy complicadas.

Llamamos tormentas a toda clase de complicaciones imprevistas que enfrentamos en nuestro día a día: Pueden ser enfermedades, falta de empleo, divorcio, pérdidas familiares, crisis económicas o consecuencias de malas decisiones.

Son tiempos donde podemos sentir miedo, quizá veamos las dificultades como olas enormes y aterradoras. Es como si el fuerte viento de dificultad pudiera hacer que nuestra mera existencia se sienta sacudida. Hasta nos puede parecer que nos ahogaremos en medio de los problemas y aflicciones.

Todo esto nos puede hacer pensar que Dios no nos ve, o que no está cerca de nosotras para ayudarnos. Las circunstancias que nuestros ojos ven nos engañan y podríamos permitirnos el pensamiento de que Él ya nos abandonó en medio del caos que tenemos alrededor.

Recordemos que Dios nunca nos abandona

Te recuerdo un versículo de la Biblia:

«El Señor Todopoderoso está con nosotros». Salmo 46:11 PDT

Así que necesitamos tener la seguridad de la presencia de Dios en nuestras dificultades, para que toda preocupación, dolor o temor se alejen de nosotros. Sabemos que es el Todopoderoso, y es muy importante que pensemos que siempre está a nuestro lado.

Por lo tanto es una realidad que el Señor no nos abandona jamás, porque Él prometió habitar con nosotras y en medio de nosotras. Es una promesa que nunca caduca: Siempre está la presencia de Dios en las tormentas, ésta es una verdad que no debemos negar a pesar de lo que estemos viendo, escuchando o sintiendo.

Amiga bella, no podemos permitir que la preocupación, el dolor, la angustia y el temor se apoderen de nuestra fe para debilitarla. Lo mejor es que nos aferremos a las promesas de la Palabra de Dios y tomemos la decisión de creer a pesar de las circunstancias.

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Experimenta la presencia de Dios en las tormentas

Te comparto algunos pasajes bíblicos, donde Dios nos promete estar con nosotras y acudir a nuestra ayuda cuando lo necesitemos:

PROMESAS DE DIOS

«Mi presencia irá contigo y te daré descanso». Éxodo 33:14

«Tengan presente que yo estaré con ustedes todos los días hasta el fin del mundo». Mateo 28:20 PDT

«No tengas miedo, porque yo estoy contigo; no te desalientes, porque yo soy tu Dios. Te daré fuerzas y te ayudaré; te sostendré con mi mano derecha victoriosa». Isaías 41:10 NTV

«Yo soy quien te manda que tengas valor y firmeza. No tengas miedo ni te desanimes porque yo, tu Señor y Dios estaré contigo en donde quiera que vayas». Josué 1:9 DHH

«Sé fuerte. Sé valiente. No temas delante de ellos porque el Señor tu Dios estará contigo, no te dejará ni te abandonará». Deuteronomio 31:6

«¿Acaso no saben que ustedes son un templo de Dios, y que el Espíritu de Dios vive en ustedes?». 1 Corintios 3:16 TLA

«Pelearán contra ti, pero no te vencerán, porque yo estoy contigo. Yo te protegeré y te defenderé». Jeremías 15:20 RVC

«Yo estoy contigo, y nadie te atacará ni te hará daño». Hechos 18:10 NTV

«Pues el Señor tu Dios vive en medio de ti. Él es un poderoso salvador. Se deleitará en ti con alegría. Con su amor calmará todos tus temores. Se gozará por ti con cantos de alegría». Sofonías 3:17 NTV

«Cuando me llamen, yo les responderé; estaré con ellos en medio de las dificultades». Salmo 91:15 NTV

Escrituras para confesar

«Aunque pase por el más oscuro de los valles, no temeré peligro alguno, porque tú, Señor, estás conmigo; tu vara y tu bastón me inspiran confianza». Salmo 23:4 DHH

«Nada, absolutamente nada, podrá separarnos del amor que Dios nos ha mostrado por medio de nuestro Señor Jesucristo». Romanos 8:39

«Yo sé que el Señor continuamente está conmigo, jamás tendré por qué tropezar y caer, pues Él está a mi lado». Salmo 16:8 NBV

«El Señor está conmigo y por eso no tengo miedo». Salmo 118:6 PDT

«Dios está conmigo y me brinda su ayuda» Salmo 118:7 TLA

En conclusión, aunque las tormentas de la vida nos hagan sentir que Dios está lejos, su Palabra nos asegura que Él está siempre con nosotras. En esos momentos difíciles, debemos aferrarnos a sus promesas y confiar en su presencia constante. Dios jamás nos abandona, y en medio de cualquier adversidad, su amor, protección y fortaleza son nuestro refugio seguro.

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Que la presencia de Dios te alimente, tu amiga,

Lidia E. Cames

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