La aflicción no es para siempre

Eres hija de Dios, justificada por la sangre de Cristo, buena, honrada, íntegra, honesta. Esto no te libra de pasar por tiempos de crisis.

Hasta parece que es demasiado todo lo adverso que te toca vivir, no? La buena noticia es que la aflicción no es para siempre, amiga.

El Señor quiere hacer un milagro maravilloso con tu carácter, por eso Él te da hoy esta promesa que sin duda, la cumplirá.

Te ayudará a recuperar la paz, además de alejar la desesperación, porque Dios ha prometido andar contigo el camino.

Su promesa es sostenerte en medio de toda situación complicada y te dará libertad.

Por amor a ti, porque le agrada tu rectitud, Él te va a librar de todo la angustia y la preocupación.

Tal vez no cambien las circunstancias, pero Él traerá paz a tu corazón y toda aflicción será desvanecida en el nombre de Jesús. 

Qué significa que la aflicción no es para siempre

Analiza esta palabra: Aquí te promete librarte de las situaciones difíciles, de los problemas y de las crisis. Pero también la promesa es librarte de la aflicción y la angustia que tanto daño causan a tu corazón. 

Así que Dios quiere que tú y yo aprendamos a confiar en Él para vivir sin sobresaltos, ni preocupaciones y aflicciones. Confía en que Dios tiene la solución a todos los problemas que te persiguen.

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No importa qué tan grandes sean los problemas, o qué tan poderosos sean tus enemigos. Aunque muchos males tengas alrededor, tu corazón será libre, no tendrás angustia.

Aprende a confiar en esta promesa, porque el Señor te salvará del desespero y llenará de paz tu vida.

Tendrás la capacidad de esperar en que resolverá las situaciones porque eres su hija amada y no te dejará que sufras aflicción.

Sólo confía en Él y en su fidelidad a sus promesas eternas. Vivirás en paz y esperanza, mi amiga.

Lo que te toca hacer es mantener la calma creyendo que Dios va actuar a tu favor.

Elige declarar la Palabra de Dios en medio de las circunstancias difíciles.

Habla fe y esperanza:

«El Señor me va a librar de estas dificultades».

«Gracias Dios, porque la aflicción no es para siempre».

«Tú levantarás toda opresión del enemigo, mi Dios».

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Dios te guarde siempre, tu amiga,

Lidia E. Cames

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