De qué se trata el diezmo de la Biblia

A veces es complicado entender de qué se trata el diezmo, quizá por las formas en que se enseña, por lo que sentimos en esta área o porque no lo encontramos lógico, siendo una parte sensible de nuestra humanidad.

Una cazadora nos hizo esta pregunta acerca de este tema y te la comparto:

«Me siento muy mal porque no puedo diezmar ya que actualmente no trabajo, pero en mi Iglesia le dan mucho énfasis y de alguna manera te hacen sentir que tus problemas económicos es por no diezmar».

¿De qué se trata el diezmo?

¡Hola mi amiga!:

Dar el diezmo te asegura un enorme caudal de bendiciones de Dios, directamente para tu economía. Además de proteger tus finanzas de todos aquellos gastos innecesarios: por ejemplo: enfermedades, descomposturas de tus aparatos domésticos, robos, fraudes y más.

Esto es lo que dice la Biblia:

«El Señor Todopoderoso dice: Traigan todos los diezmos al granero del templo y así habrá alimentos en mi casa. Pónganme a prueba en esto y vean si no abro las ventanas del cielo para derramar sobre ustedes una lluvia de bendiciones hasta que les sobre de todo. Alejaré las plagas de sus campos para que no destruyan sus cultivos y para que sus viñas produzcan fruto. Lo dice el Señor Todopoderoso». Malaquías 3:10,11 PDT

Yo encuentro aquí promesas poderosas para las hijas de Dios que se deciden a dar este paso de obediencia. Pero hay algo muy importante que debes tomar en cuenta:

El diezmo es algo que tienes que dar con la convicción de que no es tuyo, porque que ese 10% le pertenece al Señor.

Por lo tanto es un asunto del corazón y no de lo que diga el hombre. Si alguien diezma solamente porque le están diciendo que lo haga, no lo hace con fe, entonces no alcanza la promesa establecida en la Palabra de Dios.

Eso se llama religiosidad o legalismo. En esos casos es mejor no hacerlo. Por eso necesitamos saber de qué se trata el diezmo: porque es cuestión de convicción, de fe y  de obediencia.

Amiga, si tú no trabajas y tu deseo es diezmar por obedecer al Señor, la solución es muy sencilla: Pide a Dios y busca un empleo, seguramente Él te dará uno que se adapte a tus capacidades y necesidades.

Espera en el Señor con tu corazón abierto y sincero, para que ponga la convicción de su Palabra y puedas dar este paso de obediencia por fe y no por requisito solamente.

Recuerda que el diezmo es bíblico

Jesús lo menciona en el Nuevo Testamento:

«¡Pobres de ustedes maestros de la ley y fariseos; ¡Hipócritas! Ustedes dan a Dios la décima parte de todo lo que cosechan, incluso de la menta, del anís y del comino. Pero se olvidan de las enseñanzas más importantes de la ley: la justicia, la misericordia y la fidelidad a Dios. Eso es lo que deberían hacer sin dejar de hacer lo otro». Mateo 23:23 PDT

Resalto la última parte para que quede claro que Jesús no está prohibiendo el diezmo. De hecho, lo está ordenando.

Aunque a veces la carne dice que no lo hagas, porque siempre se contrapone al Espíritu. Entonces necesitamos hacer lo que la Palabra de Dios dice confiando en la promesa de Dios, más que en lo que sentimos.

Me imagino que tu esposo te da una cantidad para los gastos de la comida, es una forma de diezmar, que además,
beneficiará a los ingresos de tu esposo. También, si recibes de parte de alguien algún dinero (tal vez alguna siembra, ayuda o un regalo), ahí tienes otra oportunidad para diezmar.

El diezmo no solamente es de lo que trabajas, sino de todo lo que recibes («Indefectiblemente diezmarás todo el producto
del grano que rindiere tu campo cada año». Deuteronomio 14:22 el énfasis es mío).

Ten paz:

Si no es posible para ti ninguna opción de las que he mencionado, entonces ten paz. Dios conoce tu corazón, no te preocupes de lo que el hombre diga. Entonces, ocúpate de lo que a Dios le agrada más: la justicia, la misericordia y la fe.

Una vez que comprendes en tu espíritu de qué se trata el diezmo, deja en manos de Dios el asunto del diezmo y llena tu corazón con la paz que sólo el Señor puede dar: paz sobrenatural.

Él siempre está perfeccionando su obra en ti y en su tiempo todo lo dispone según su voluntad y propósito.

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