Una promesa de consuelo
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25 septiembre, 2017Sería una maravilla que toda la gente tenga la capacidad de elegir correctamente entre días tristes vs. días alegres; si fuera así de fácil, nadie elegiría la tristeza. Todos estaríamos felices siempre ¿verdad?
Cuesta mucho elegir el gozo cuando atravesamos por un aprendizaje doloroso en nuestra vida, o cuando nuestros hijos se encuentran inmersos en situaciones que los hacen sufrir, o quizá cuando la dificultad está afectando nuestro matrimonio, o en aquellas temporadas en que las finanzas no andan bien.
No es fácil.
El texto bíblico que nos ocupa hoy nos dice una gran verdad: Si andas triste, todo te parece triste y gris; si andas alegre, todo te parece alegre y a colores.
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Días tristes vs. días alegres
Es complicado estar contenta cuando hay situaciones difíciles para enfrentar. Esto sucede porque la naturaleza humana siempre tiende a enfocarse en lo negativo, en lo doloroso; porque no nos gusta pasar por esos pasillos.
Sin embargo, lo que nos conviene es elegir el gozo, porque la Biblia dice que el gozo del Señor es nuestra fortaleza (Nehemías 8:10). Quiere decir que una persona triste es una persona débil.
Entonces ¿Cómo podemos estar alegres en medio de las adversidades?
Estoy segura que cuando te surge un problema, siempre tendrás más de dos motivos para estar alegre. Podrías decidir alegrarte por todo lo que tienes a tu favor en lugar de elegir entristecerte por un sólo problema.
Se trata de buscar razones para estar gozosa mi amiga, no de ignorar el problema; porque cuando eliges el contentamiento, siempre tendrás la fuerza necesaria para salir de las situaciones críticas.
Tenemos un Dios que se alegra por tenernos a nosotras, canta de alegría cada vez que nos ve (Sofonías 3:17). Y nosotras tenemos su Santo Espíritu viviendo en nuestro cuerpo. Voy a repetirte el pasaje bíblico que te mencioné dos publicaciones atrás:
«En cambio, la clase de fruto que el Espíritu Santo produce en nuestra vida es: …alegría…». Gálatas 5:22 NTV
Dejemos que el Espíritu Santo nos dirija y nos ayude a cultivar el gozo que ya nos regaló nuestro Dios.
Querida amiga, estoy segura que encontrarás muchas razones para estar alegre… Sacúdete la tristeza y la depresión, porque «El espíritu triste seca los huesos» (Proverbios 17:22), y tú no deseas una enfermedad en los huesos ¿verdad?
Oramos:
“Precioso Espíritu Santo, hoy vengo a ti para pedirte que me ayudes a vivir en el gozo que Dios me dio. Desde este día renuncio a la tristeza, a la depresión, a la preocupación y a todo aquello que me roba la alegría de vivir en Cristo Jesús.
Muéstrame cada día todo aquello por lo que yo puedo alegrarme y no dejarme dominar por lo negativo… Enséñame que tengo un Dios que se encargará de resolver todo aquello que amenaza con desanimarme.
Recuérdame siempre que hay mucho más por lo que puedo tener gozo que por lo que me entristece. Te lo pido en el nombre poderoso de Jesús. Amén”.
¿Qué te parece si hoy hacemos que haya más gente contenta a tu alrededor? Sólo tienes que compartir este mensaje con tus amigos en las redes sociales que prefieras. Usa los botones en color rosa que están al final del post. Si deseas recibir los mensajes nuevos en tu correo, deja tus datos en el botón «Suscribirse».
Dios te bendiga abundantemente, tu amiga y hermana en Cristo,
Lidia E. Cames
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