Descanso para tu alma agotada
6 enero, 2015Prosperidad para tu casa
7 enero, 2015A Dios no le impresiona tu inteligencia, ni tu fuerza, ni tu belleza, ni tus habilidades para hacer tu trabajo, porque todo eso Él lo puso en ti en el momento en que te creó, por lo tanto no activa la bendición de Dios en tu vida.
Esto es lo que dice la Biblia:
¿Realmente quieres agradar a Dios?
Este versículo nos da la clave para estar en el centro del favor de Dios. Sólo son necesarias dos cosas muy sencillas:
Primero necesitas honrarle. Temer a Dios es honrarle, y esto significa respetarlo y obedecerlo, que en todo cuanto hagas tomes en cuenta su voluntad.
Cuando honras a Dios no quieres ofenderlo, al contrario, siempre procuras hacer lo que a Él le agrada.
Segundo punto es que a Dios le conmueve que pongas toda tu confianza en su amor inagotable, su misericordia. Que deposites toda tu esperanza en que Él te ama.
Tú necesitas tener la seguridad de que el Señor te ama así como eres. Cree que por amor a ti Él puede hacer que lo imposible sea posible en tu vida y en tus circunstancias.
Cómo complacer a Dios
En tu interior es donde vas a alojar el temor de Dios y la confianza en su misericordia. Tal vez te equivoques, eso Dios lo sabe; pero también conoce de tu deseo de agradarle y esperar en sus bondades.
Que la disposición de tu corazón sea siempre honrarle y confiar en Él. Recuerda que a Dios le interesa lo que hay en tu corazón, porque a Él no le impresiona lo externo.
Por sobre todas las cosas ten la convicción de que Él te ama. Pase lo que pase siempre ten presente que su amor va más allá de tus decisiones, tus aciertos o tus errores.
Eso conmoverá el corazón del Padre.
Con esta decisión agradarás a Dios. y Él se va a deleitar contigo y su mano de favor siempre estará dispuesta a beneficiarte.
Abundantes bendiciones fluyen para todos los que se esfuerzan en honrarle y confiar en su gran bondad. Esta es una promesa fiel y verdadera.
Que Dios bendiga tu vida y tu familia, tu amiga,
Lidia E. Cames
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