Hay poder en la Palabra

Esta es una firme promesa de Dios que no fallará; y comprobamos que sí hay poder en la Palabra de Dios.

Aunque los cielos y la tierra tiemblen, Dios siempre será refugio para tu familia. Toma en cuenta que cuando Él te dice que obedezcas su Palabra es para que te vaya bien en todo.

Así comienza este pasaje:

«Por lo tanto, comprométete de todo corazón a cumplir estas palabras que te doy. Átalas a tus manos y llévalas sobre la frente para recordarlas. Enséñalas a tus hijos. Habla de ellas en tus conversaciones cuando estés en tu casa y cuando vayas por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes. Escríbelas en los marcos de la entrada de tu casa y sobre las puertas de la ciudad para que, mientras el cielo esté sobre la tierra, tú y tus hijos prosperen en la tierra que el Señor juró dar a tus antepasados». Deuteronomio 11:18-21 NTV

Lo que hay que hacer es cumplir, recordar, enseñar, confesar, escribir la Palabra de Dios para disfrutar todo lo que Dios nos da y disfrutar las bendiciones con nuestros hijos.

Es una bendición súper especial cuando tú estableces la Palabra de Dios en tu corazón y en tu mente y en cada circunstancia de tu vida la crees, cuando la enseñas a tus hijos en todo momento. También cuando de pie en tu fe la proclamas y la decretas siempre. 

Dios te da la dicha de ver aumentados tus días y los de tus hijos. Además, el amor de Dios y su fidelidad serán afirmados en todas tus generaciones. Vivirás para ver que tu descendencia andará en los caminos del Señor. 

Si crees que hay poder en la Palabra…

Esta es una promesa de Dios para ti. Una promesa que trasciende en el tiempo y en los corazones de tus generaciones. Una promesa de prosperidad, bendición y larga vida.

Si la crees darás los pasos necesarios para verla cumplida.

¿Cómo aplicamos esto a nuestra vida diaria?

Te sugiero que escribas en hojas de papel esos versículos que te hablan como si saltaran de las líneas de la Biblia… y las pegues en tu refrigerador (nevera), en el espejo de tu tocador; y cada vez que las veas las declares con tu boca,  para que tu fe sea aumentada.

Platícalas con tus hijos. Déjales bien claro que las promesas divinas se cumplirán en sus vidas y declárales lo que el Señor dice en las Escrituras acerca de ellos.

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Estoy convencida de que tu familia recibirá grandes bendiciones sólo por sembrar la Palabra de Dios en sus corazones día y noche. Te aseguro que verás una cosecha de prosperidad en todas las áreas.

Yo sé que hay poder en la Palabra de Dios ¿y tú?

Recuerda:

Establecer y declarar la Palabra de Dios para tu vida y tu familia, es marcar tu destino y el de tus generaciones para vivir en bendición.

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Que Dios derrame sus bendiciones sobre ti y tu familia.

Te abrazo en el amor de Cristo, mi amiga,

Lidia E. Cames

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