Cómo ser fiel en lo poco
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14 marzo, 2016¿Por qué Dios nos manda a bendecir y no maldecir a quienes nos maltratan? Aunque Dios sabe que esto es muy difícil, hay dos razones para darnos este mandamiento.
Primero porque Él ya nos bendijo a nosotras (Efesios 1:3).
Segundo, porque somos sus hijas, hechas a su imagen y semejanza (Juan 1:12; Génesis 1:26).
Por supuesto que bendecir al que nos ofende no es algo que surja de manera natural en nosotras, sino todo lo contrario, ¿verdad?
Entonces, ¿cómo lograrlo?
Tres principios para bendecir y no maldecir:
Para poder bendecir a nuestros enemigos, necesitamos empezar por:
1.- Pensar como Dios piensa.
Pongamos en línea nuestro pensamiento con la Palabra de Dios. Meditemos en que todo lo que Él dice de nosotras también se aplica a las demás personas, sin importar como seamos. Pensemos lo bueno de los que nos ofenden.
2.- Oremos por los que nos maldicen.
Necesitamos orar por ellos, porque cuando nosotros oramos por alguien, algo se mueve dentro de nosotros que no nos permite tener resentimiento en contra de esas personas.
3.- Ser humildes.
También vamos a poner en práctica la humildad. Para esto necesitamos aprender a despojarnos de toda soberbia que podamos tener en el corazón.
El orgullo impide que fluya la bendición a través de nuestra boca. Nos toca empezar a doblegar el orgullo y empezar a practicar la humildad.
Lee más acerca de la humildad: La humildad ante Dios y el perdón
Esto no es tan fácil como se dice.
Porque la naturaleza humana reacciona ante la más mínima ofensa. Regresar la ofensa y la maldición es lo que brota de forma natural.
Decidamos de una vez parecernos a nuestro Padre y empecemos a ejercitar nuestra mente, nuestra boca y nuestra voluntad.
Si Dios ama, nosotros amaremos…
Si Dios perdona, nosotros perdonaremos…
Y si Dios bendice, nosotros bendeciremos…
Dios NO maldice, nosotros NO maldeciremos…
Y no hay un paréntesis en la Escritura que diga «si puedes». Es un mandamiento. Mira:
Pongamos manos a la obra:
Es posible que las primeras veces se quede en un intento; pero a medida que seguimos ensayando y pidiendo a nuestro Ayudador (el Espíritu Santo) que nos fortalezca, iremos teniendo logros en esta área de nuestra vida.
No es algo que logremos de un día para otro, nos llevará muchos días, quizá semanas o meses, pero siempre será un buen comienzo para bendecir y no maldecir, porque somos llamadas para ser bendición.
El extra de este mandamiento es que al ponerlo en práctica estamos asegurando que la bendición siga fluyendo del cielo hacia nosotras y nuestras familias.
¡Somos bendecidas para bendecir! Es un ciclo que se repite, ¿no es maravilloso?
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Que Dios fortalezca tu corazón cada día, tu amiga,
Lidia E. Cames
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4 Comments
Hola, haber encontrado tu página, me ha dado, animo, fuerza, hace unos min. le decía de mi estado anímico de cómo está afectado, de hecho, quise salirme de la pag. Pero se que Dios, el omnipotente está obrando, porque la fuerza que me induce a seguir leyendo los textos que postea, es porque quiere, que recobre el ánimo.
Y le doy agracias, porque se que con cada creyente que se suma u obra en favor de si mismo u otros, su nombre se reivindica,
Amén por la groria de Jehová y su hijo, el Muy amado.
Hola Beatriz! 😃
¡Gloria a Dios por su amor que te demuestra mi amiga! Me gozo porque cuando Dios quiere consolarte lo hace por los medios que elige. Que Dios te sostenga siempre con su poderosa mano, hermosa… Un abrazo 🥰💟🌈
Gracias hermana por compatir con Facebook , gracias ?♀️?♀️?♀️?♀️ Ora por favor para mi familia; gracias ?
Hola Migdalia! Dios te bendiga, muchas gracias por tu comentario. En el nombre de Jesús declaramos que tu familia es bendecida en todos los aspectos… Un abrazo ?