Una lección de fe y humildad
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27 enero, 2017Casi todas hemos tenido un poco de soledad en el corazón, sólo que no nos gusta admitirlo ni compartirlo con nadie; por eso hoy te hablo de cómo terminar con la soledad de una vez por todas y para siempre.
La soledad es una intrusa que empieza a atacar desde la niñez.
Una de las causas es la ausencia de los padres, o uno de ellos. No siempre es porque ellos quieran abandonar a sus hijos. Podrían tener razones válidas: por trabajo, por fallecimiento o tal vez un divorcio.
Ahí encuentra una puerta el enemigo para sembrar la soledad y se asegura de que se arraigue en el corazón.
Pero también la soledad encuentra cabida en cualquier etapa de la vida: cuando se pierden amigos, se tienen relaciones de noviazgo que no funcionan, o en los divorcios, cuando se cambia de domicilio o de trabajo…
En fin, hay muchas razones.
Cómo terminar con la soledad para siempre
El punto es que no tienes que vivir experimentando esa soledad en tu vida.
Ya no se puede volver atrás para resolver ninguna de las situaciones que provocaron este mal.
Pero sí puedes acercarte a la plenitud de «aquel que todo lo llena en todo» (Efesios 1:23) y es la fuente eterna de todo bien: nuestro Rey amado Jesucristo.
Marca una diferencia en tu vida, amiga.
Acércate a Jesús para que llene los vacíos que dejaron esas ausencias. Nadie podrá llenarlos, sólo Él. Así Lo prometió antes de subir al cielo.
¿Por qué no creerle? Jesús es tu compañía por siempre. Esta es la promesa:
«Y tengan por seguro esto: Que estoy con ustedes siempre, hasta el fin de los tiempos». Mateo 28:20
Y hay más promesas:
«Sean fuertes y valientes; […] porque el Señor su Dios irá con ustedes. Él no los abandonará ni los olvidará». Deuteronomio 31:6 PDT
«[…] ¡No tengas miedo ni te desanimes! Porque el Señor tu Dios te acompañará dondequiera que vayas». Josué 1:9 NVI
«El Señor no abandonará a su pueblo, ni dejará solos a los suyos». Salmo 94:14 DHH
«[…] Yo el Dios de Israel, nunca los abandonaré». Isaías 41:10 NTV
«[…] Porque Dios dijo: Nunca te abandonaré ni te dejaré sola». Hebreos 13:5 PDT (Paráfrasis personal).
Lo que sigue es creer:
Si Jesús te prometió estar siempre contigo, ten la seguridad de que lo cumplirá. Él nunca te abandonará.
Cuando sientas que la soledad invade tu existencia. Recuerda declarar en voz alta que Jesús está contigo y que nunca más estarás sola.
Decide creer las promesas, establécela en tu vida, confiésalas siempre y la soledad se alejará. Porque son promesas fieles y verdaderas.
¿Has tenido una experiencia con la soledad? Comenta cómo la has superado para ayudar a alguien que esté pasando por esto. Y no olvides compartir este post en tus redes sociales con los botones en color rosa que están al final del post. Si deseas recibir los mensajes en tu correo, deja tus datos en el botón «Suscribirse».
Con mucho cariño,
Lidia E. Cames
Entrada antigua: Soledad ¡Fuera de mi vida!
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3 Comments
Es bueno saber que nunca estoy solo. amén.
Muy bien! Saberlo, creerlo y confesarlo cambiará tu vida, Carlos Guillermo… Gracias por comentar
DIOS CON NOSOTROS… ¡ES MARAVILLOSO!