Cómo tomar buenas decisiones

A veces, vivir una vida recta delante de Dios puede parecer una tarea muy difícil. Todos los días hay lucha entre lo que deseamos y lo que sabemos que agrada al Señor, y esto puede llevarnos a sentirnos débiles o insuficientes. En esos momentos, muchas nos preguntamos cómo tomar buenas decisiones que honren a Dios y nos mantengan firmes en la fe. El apóstol Pablo oraba siempre por los creyentes de su época y también por nosotras ahora.

Así está escrito:

«Pido en mi oración que su amor siga creciendo más y más todavía, y que Dios les dé sabiduría y entendimiento, para que sepan escoger siempre lo mejor. Así podrán vivir una vida limpia, y avanzar sin tropiezos hasta el día en que Cristo vuelva». Filipenses 1:9-10

Este pasaje bíblico nos deja ver que podemos pedirle a Dios que nos ayude a distinguir lo que verdaderamente es importante. Sólo así podremos tomar decisiones acertadas y asegurarnos de agradar al Señor con cada acción que realicemos durante el día.

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Cómo tomar buenas decisiones

Algo que conviene recordar es que Dios no nos pide perfección inmediata, sino un corazón dispuesto a crecer en amor y comprensión. A medida que nuestro amor por Él aumenta, también se notará nuestra capacidad de tomar decisiones que reflejen su perfección.

Cómo tomar buenas decisiones no significa evitar errores a toda costa, sino aprender a caminar con confianza en su gracia, permitiendo que el Espíritu Santo nos guíe en cada paso. Él es quien nos da discernimiento para elegir lo correcto, incluso en medio de las dudas.

Pide sabiduría para cada área de tu vida

Pidamos a nuestro Señor que, a través del Espíritu Santo, nos capacite para distinguir lo bueno de lo malo y que nos permita saber cómo elegir lo más conveniente para vivir como a Él le agrada. No estás sola en este proceso: Dios quiere ayudarte y enseñarte cómo tomar buenas decisiones en tu vida diaria.

Oramos:

“Padre, en este día me acerco a ti, agradecida porque me permites vivir bajo tu amparo y protección. Quiero agradarte llevando una vida intachable, limpia y pura; pero solamente podré hacerlo cuando tú me ayudes.

Te pido que hoy abras mi entendimiento y derrames tu sabiduría abundante para que yo pueda distinguir lo que es valioso a tus ojos en mi vida, mi familia, en el trabajo y en las relaciones con todas las personas.

Ayúdame a tomar decisiones de vida, de salud, de prosperidad, de bendición y guíame siempre a tu voluntad. En el nombre de Jesús. Amén”.

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Lidia E. Cames

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