El amor que ya está en tu vida
2 febrero, 2025Mi amiga cazadora, en todos los días de nuestra vida, hay momentos en los que el dolor y la angustia parecen abrumarnos. Precisamente cuando sientas que no puedes más, o te parece que todo está perdido, ahí es donde necesitas recordar dónde encontrar la paz que calmará todas tus emociones.
Jesús no nos ocultó esta realidad, sino que nos la anticipó con amor y verdad:
«Yo les he dicho estas cosas para que en mí encuentren paz. En este mundo van a sufrir, pero anímense, yo he vencido al mundo». Juan 16:33 NBV
Él sabía que enfrentaríamos pruebas, dificultades y temporadas de incertidumbre, pero también nos dejó una promesa inquebrantable: su paz.
Necesitas recordar dónde encontrar la paz verdadera
Cuando Jesús dijo estas palabras a sus discípulos, ellos estaban a punto de experimentar la confusión y el sufrimiento de verlo crucificado. De la misma manera, nosotras enfrentamos momentos en los que todo parece derrumbarse, cuando el miedo, la tristeza o la ansiedad nos invaden. Sin embargo, Jesús Jesús nos dice: «para que en mí encuentren paz».
Nos llama a no fijarnos solo en lo que sentimos, sino a levantar la mirada y enfocarnos en Él, confiando en su consuelo y sostén, porque es nuestra fuente de paz.
Es fácil quedar atrapadas en la autocompasión cuando las pruebas golpean nuestra vida. Nos preguntamos «¿Por qué me pasa esto a mí?», «¿Cuánto más podré soportar?». Pero Jesús nos invita a confiar, a llenarnos de valentía y recordar que Él ya venció todo lo que nos atormenta. Nuestra paz no depende de la ausencia de problemas, sino de la presencia de Dios en medio de ellos.
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Mantén la paz aún en medio de la tormenta
A veces, Dios cambia nuestras circunstancias y nos libera de la tormenta, pero otras veces, el milagro es distinto: Él aquieta nuestro corazón en medio del caos, llenándonos de una paz que sobrepasa todo entendimiento. No estás sola en tu lucha, cazadora. Jesús ha vencido, y porque Él venció, tú también puedes enfrentar cada día con esperanza y fe. Sólo necesitas recordar dónde encontrar la paz que necesitas: en su victoria sobre toda preocupación, dolor y temor.
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Oremos para no ahogarnos en el dolor
Señor, hoy vengo a ti con un corazón cansado por las pruebas, pero confiando en tu promesa. Ayúdame a no fijarme solo en lo que siento, sino a mirar hacia ti y encontrar paz en tu victoria. Llena mi corazón con tu fortaleza y enséñame a confiar en que tú tienes el control. Gracias porque, aunque el mundo traiga aflicción, en ti encuentro descanso. Amén.
Resumiendo:
Jesús nos advirtió que en este mundo enfrentaríamos sufrimiento, pero nos dejó una promesa poderosa: Él ha vencido. Nuestra paz no viene de la ausencia de problemas, sino de su presencia en nuestras vidas. En lugar de hundirnos en la preocupación, pongamos nuestra mirada en Él y confiemos en su victoria.
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Que el Señor calme todos tus temores y preocupaciones, tu amiga,
Lidia E. Cames