Una oración completa y audaz

Esta es una oración completa y audaz

Sólo son cuatro frases que podrían hacer la diferencia  en tu vida:

«E invocó Jabes al Dios de Israel, diciendo: ¡Oh, si me dieras bendición, y ensancharas mi territorio, y si tu mano estuviera conmigo, y me libraras de mal, para que no me dañe! Y le otorgó Dios lo que pidió». 1 Crónicas 4:10

1.- ¡Oh, si me dieras bendición.

Empieza pidiendo bendición. La bendición que Dios tenga destinada para ti… no la que tú deseas. Porque la bendición de Dios es la que enriquece y no trae tristeza con ella (Proverbios 10:22).

Atrévete a orar por bendición abundante, la que el Señor quiera darte. Créeme que será mucho mejor que lo que tú crees que necesitas.

Y es que la bendición que nosotras pedimos está limitada a nuestra mente material, por eso no podemos imaginar todo lo que el Señor ha preparado para nosotras. Es mucho mejor dejar que el Señor derrame su bendición conforme a su propósito para tu vida.

2.-…Y ensancharas mi territorio.

Esto significa: Pide a Dios más trabajo y que te capacite para hacerlo. Que aumente tus fuerzas y las oportunidades para prosperar. Pide a Dios que abra puertas para que seas más productiva en todo lo que haces.

Él convertirá tus debilidades en fortalezas y extenderá tu zona de influencia. No solamente en el área material, sino en todo lo que tú hagas: En tu familia, en tu servicio a Dios.

Puedes orar para que el Señor te use para extender tu reino, te llene de su gracia y favor para que a través de ti su nombre sea glorificado. Que te ponga en los lugares precisos en el momento adecuado para ser de bendición a otras personas.

Quizá lo que necesites ensanchar sea tu pensamiento o iluminar el entendimiento para recibir todo lo que Él ha preparado para ti.

Que tu mente se abra para comprender su amor, su gloria y su plan perfecto para tu vida.

3.-… Y si tu mano estuviera conmigo.

La mano de Dios contigo es su poder actuando a tu favor. El poder de Dios lo tienes por el Espíritu Santo que está en ti. Él es tu ayudador.

Pide a Dios que cada día te llene con una unción fresca de su Espíritu y tendrás la mejor ayuda, la guía más completa y una gran fortaleza para emprender todo lo que Dios te pone para hacer. Con la mano de Dios en tu vida podrás ver milagros en tu diario vivir para la gloria de Dios.

4.-… Y me libraras de mal para que no me dañe.

Pide a Dios que te proteja, no sólo de los peligros, amenazas y ataques de las personas o las situaciones adversas; sino que te mantenga alejada del dolor y sufrimiento que vienen del pecado. Ora para que Dios te proteja de aquellas tentaciones del enemigo que te pueden hacer caer fácilmente. Que guíe tus pasos para apartarte de todo aquello
que no viene de su mano.

También te bendecirá leer: Cómo orar para que Dios nos responda.

CONCLUSIÓN:

Y le otorgó Dios lo que pidió.

En el versículo 9a dice: «Y Jabes fue más ilustre que sus hermanos».

No tuvo que vivir una vida de dolor, sino que su oración cambió un destino patético en una existencia de importancia y honorabilidad.

Jabes no se resignó al destino que su nombre le marcaba, sino que se atrevió a hacer esta oración completa y audaz, con toda la confianza de que Dios le respondería.

Amiga, ¿te animas a ser la versión femenina de Jabes en este tiempo para bendición de tu familia?

Te invito a que desde ahora comiences a orar con fe. Sólo necesitas clamar creyendo que Dios te responderá igual como lo hizo con Jabes.

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Que Dios responda todas tus oraciones, tu amiga,

Lidia E.Cames