Con Dios se cumplen tus deseos

Más de una vez me ha tocado comprobar que con Dios se cumplen tus deseos, aunque parezcan imposibles en lo natural. Lo he visto en mi vida y también en la de muchas mujeres que han creído la Palabra.

Es una realidad lo que este pasaje bíblico nos dice:

«Lo que más teme el malvado, eso le sucede, pero al justo se le cumplen sus deseos». Proverbios 10:24 DHH

No nos vamos a detener en la primera parte del versículo, porque no somos malvadas. Sino en la parte final que dice se refiere a las mujeres justas. Tú y yo somos mujeres justas.

Hay un favor especial de Dios para las mujeres justas, es decir, las que han sido justificadas por la sangre de Cristo.

Para las que han decidido creer en Jesús como su Salvador, las que viven por fe y de esa forma deciden caminar el camino recto.

Dios mira tu corazón dispuesto para agradarle a Él y quiere darte una recompensa por esa acertada decisión. 

Verás cumplidos todos los anhelos de tu corazón. Porque Dios tiene un premio para todas las personas que creen en Él. 

¿Por qué es que con Dios se cumplen tus deseos?

La razón es que una persona justificada por Jesús, siempre buscará la honestidad. Vivirá en integridad y bondad, por eso alcanzan todo lo que desean. A estas son las que les son concedidos todos sus anhelos.

¿Por qué? Porque ellos nunca van a desear algo que vaya en contra de la voluntad y los principios de Dios. Todo lo contrario, ellos siempre estarán en línea con lo que Él quiere.

Dios concede los deseos de los justos, porque los justos por su fe vivirán. Es tiempo de creer que llegará aquella bendición que estás anhelando. ¡Sólo cree!

Dios ha prometido cumplir todos nuestros sueños, hasta los que parecen olvidados. En Cristo somos la justicia de Dios, así que para nosotras que estamos en unión con Jesús es esta promesa.

Pero a veces no la recibimos porque no nos creemos lo que Dios dice de nosotras. Necesitamos poner nuestros ojos en Jesús y no en nuestras imperfecciones, hermosa.

Nos conviene aceptar que en Él somos justas, somos la justicia de Dios en Cristo. Así que esta promesa es para ti: En Dios se cumplen tus deseos más profundos, porque Él te ve como una mujer justa.

Puedes leer más aquí: Realiza tus sueños

Créela y tómala sin dudar. Aférrate a ella, permanece en Cristo y espera el cumplimiento de tus sueños.

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Dios bendiga tu vida siempre, tu amiga,

Lidia E. Cames

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